miércoles, 24 de septiembre de 2014

Oxitocina la hormona mas deseada. Importante para la salud, amor, inteligencia y calidad de vida.


Alquimia corporal: la oxitocina y sus efectos en la salud

Como si fuera una píldora mágica, esta hormona da placer, felicidad, quita malestares físicos y mentales, promueve la unión y la generosidad, ¿qué más puede hacer por ti? Checa la lista de abajo.

El cuerpo humano es un bio-radar que capta todas las señales de su entorno. Cuando siente alguna amenaza, el cerebro alerta a toda la estructura corporal por si hay que actuar o mantenerse en estado preventivo.
El complejo mecanismo con el que la mente funciona aún es indescifrable, y aun sabiendo el funcionamiento de las hormonas que excreta el cerebro,  la misteriosa conexión mente-cuerpo continuará asombrando a científicos.
Una nueva investigación sugiere que la oxitocina juega un papel crucial en la vida social de los humanos, no sólo forja y estrecha nuestras relaciones, sino que ayuda a evitar problemas psicológicos y fisiológicos. En años recientes se ha demostrado que esta hormona es una parte medular en nuestra faceta sentimental, y aquí hay 10 razones por las que la oxitocina es uno de los mejores recursos que posee nuestra mente para salvaguardar nuestra cordura.

  • Es fácil de conseguir
Una de las cosas más interesantes de esta hormona es que puede hacer uso de ella en cualquier momento. Para ello, lo único que se necesita es abrazar o estrecharle la mano a una persona. El contacto corporal hará que tu cerebro libere bajas dosis de oxitocina, haciendo que ésta fortalezca los vínculos afectivos.

  • Estimula el lado materno
Una vez que una mujer comienza a percatarse de que es madre, la hormona comienza a invadir su cerebro; incluso a la hora de parir, algunas mujeres son medicadas con oxitocina, ya que esta estimula las contracciones uterinas. Por si esto fuese poco, los bebés son alimentados con altas dosis de la hormona a través de la leche materna, haciendo que la relación madre-hijo sea inquebrantable y perpetua.
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  • Paradójicamente, inhibe la timidez
Dada sus capacidades de mejorar la autoestima, de fortalecer la autoconfianza y aumentar el optimismo, la oxcitocina ayuda a debilitar la timidez. Los psiquiatras medican la hormona a aquellas personas que sufren de ansiedad, estrés postraumático y trastornos de humor. Otro uso que la ciencia comienza darle a la hormona, es en el tratamiento de personas con autismo.

  • Cura y alivia el dolor
Estudios han demostrado que el aumento en niveles de oxitocina puede aliviar dolores de cabeza, calambres y malestares en general. El secreto está justo en el momento en que se experimenta un dolor, pedirle a nuestra pareja un juego íntimo y sexual que ayude a eclipsar nuestras momentáneas afecciones.

  • Previene la obesidad
Algunos médicos la utilizan como método para contrarrestar la obesidad mórbida. Estudios demuestran que la falta de oxitocina puede culminar en un severo aumento de peso, ya que la deficiencia de la hormona se refleja en transtornos metabólicos.

  • Es un antidepresivo
Las madres que sufren depresión postparto, son medicadas con esta hormona. Diversos estudios han revelado que las personas que son afectadas por una severa depresión, sus niveles de oxcitocina son nulos o, en el mejor de los casos, mínimos.

  • Minando el estrés
Posee propiedades tan potentes que combaten significativamente la depresión, entonces el estrés es una simple y vil tarea para la oxitocina. Gracias a sus compuestos, la hormona puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

  • Promueve la generosidad
Los biólogos evolucionistas concuerdan con que los altos niveles de esta hormona se reflejan en una sociedad más justa y empática. En un estudio, las personas que compartieron su dinero con gente desconocida, aumentaron su nivel de oxitocina.

  • Elíxir del amor
Los científicos la conocen como la “hormona del amor”, ya que es la encargada de químicamente establecer conexiones íntimas entre los amantes. Además, es aquella que provoca el deseo y la excitación sexual por la pareja. Para los hombres es  un motor químico para una erección duradera, y tanto en hombre como en mujeres, en un orgasmo, la oxitocina inunda el cerebro de los actantes.

  • Es lo que nos humaniza
Está claro que si juntamos todos los beneficios que ofrece esta hormona, serían las principales características que nos hacen seres humanos. Sin ella la sociedad  y las familias serían sólo un grupo sin ganas de vivir y con pocos intereses en mantener relaciones personales.

Tomar oxitocina, ‘la hormona del amor’, acaba con timidez

Científicos comprueban que la oxitocina ayuda a las personas tímidas o hasta autistas a empatizar y mejorar sus hablidades sociales.


La oxitocina, llamada la ‘hormona del amor’, ha logrado superar la inhibición social en un reciente experimento científico. La oxitocina, según investigadores del Centro Seaver de investigación para el Autismo en Israel y de la Universidad de Columbia, ayuda a relacionarse y a empatizar a las personas tímidas. Para las personas que son naturalmente seguras no tiene efectos significativos.
En una prueba conducida con oxitocina vía nasal en forma de spray y un placebo con 27 sujetos experimentales, aquellos que recibieron la sustancia, y que de antemano eran menos competentes en cuestiones de socialización obtuvieron mejores resultados en una prueba de empatía y en otra de competitividad social.
Las personas que habían previamente tenido buenos resultados en estas pruebas no obtuvieron mejorías.
Esta sustancia se había promovido como una “droga del amor” que funciona para todo tipo de personas; los estudios refutan esta idea, aunque confirman que tiene un uso prometedor para personas muy tímidas o incluso autistas.
La oxitocina es una hormona mammalia que también actúa como neurotransmisor, es producida especialemente en el parto, y después del orgasmo, como una estela vinculante. En la mujeres se genera también al libar prolongadamente sus pezones; los hombres también reciben una descarga después del sexo, pero al parecer la testosterona baja un poco los efectos.

fuente: http://pijamasurf.com/2010/09/tomar-oxitocina-la-hormona-del-amor-acaba-con-timidez/



¿Porqué encontramos atractivas a determinados personas, cómo nuestros cuerpos ansían enamorarse, por qué al amor se le puede considerar casi como una droga, y por qué las parejas locamente enamoradas, bajo otras circunstancias, podría considerarse que sufren un desorden obsesivo compulsivo?

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento.
Aunque nos atraen las personas con rasgos similares a los nuestros tendemos a elegir el olor de aquellas que tienen un sistema inmunológico muy distinto. Y por un lado es una suerte porque evita que nos enamoremos de nuestros familiares. Nuestra biología nos guía para encontrar un compromiso entre la igualdad y la diferencia y siempre encontramos el equilibrio perfecto, no sólo cuando elegimos las caras y los olores. La llamada teoría de la correspondencia puede resumirse en la frase: "cada cual busca la pareja que cree merecer". Parece ser que antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. Además, incluso INFLUYE el tipo sanguineo (A, B, AB, O), provoca atraccion con las personas del mismo tipo y no de las demas.


El acto y la actividad sexual liberan oxitocina, una hormona que, entre otras cosas, ayuda a las personas a congeniar. Esta necesidad de congeniar se ve bastante satisfecha con la oxitocina, por lo cual cualquier persona que incremente sus niveles no requerirá de mucha atención por parte de los otros. Estará bien y completa por sí misma.
Artículo completo en: http://pijamasurf.com/2014/05/cinco-maneras-de-saber-si-una-mujer-tuvo-sexo-recientemente/


¿La biología guía nuestra vida amorosa? Después del orgasmo el sistema límbico del cerebro libera una hormona especial llamada oxitocina. Esto sucede en una parte del cerebro en la que sentimos el placer emocional. La oxitocina hace que la pareja se sienta más vinculada y cercana emocionalmente, pero también existen algunas diferencias entre el cuerpo del hombre y el de la mujer. Algunos científicos creen que cuando la oxitocina se combina con una determinada hormona femenina, los estrógenos, la mujer se siente muy cariñosa y conversadora. Pero cuando la oxitocina se mezcla con una hormona masculina, la testosterona, puede provocarle al hombre una necesidad incontenible de dormir. Todos sabemos que podemos tener relaciones sexuales sin enamorarnos, pero si se tienen suficientes relaciones con la misma persona hay muchas posibilidades de que esta bomba de relojería de hormonas nos haga perder la cabeza por alguien. El cuerpo hace lo posible por unirnos a nuestra pareja, pero eso precisamente lo convierte en una gran adicción. Todo aquello que tiene que ver con el amor, desde el maternal hasta el curioso hecho de que algunos logren permanecer felices por décadas con la misma pareja, o que otros sean incapaces de jamás forjar una relación duradera, es culpa de una hormona. Al parecer, las cosas del amor no son tan caprichosas como aparentan. Según el experto en el cerebro de la Universidad de Edimburgo, Gareth Leng, la hormona oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes entre amantes tras la primera oleada de emoción. La hormona actúa "cambiando las conexiones" de los miles de millones de circuitos cerebrales. Al explicar cómo se enamora el cerebro, Leng señala que la oxitocina ayuda a afianzar el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un parto como un orgasmo. Mientras que el instinto de reproducirnos nos hace sentir la pasión del amor, en el caso contrario, cuando lo perdemos, podemos acabar sintiéndonos deprimidos. Cuando estamos enamorados o locos por alguien... el cóctel químico del organismo puede hacernos perder la razón, pero ¿por qué?. Es posible que tengan que ser los cientificos quienes respondan a las preguntas: cuánto dura la pasión, es el amor para toda la vida o es sólo un sistema de defensa que asegura la supervivencia de la especie humana. 

Produciendo nuestras propias drogas

Sabes que puedes producir tus propias drogas, sin tener que sembrar amapolas, marihuana o comprar cocaína?El cerebro, movido por las emociones, produce sustancias químicas que hacen que la persona eleve su autoestima, experimente sensación de euforia, se sienta animada, alegre y vigorosa, sin necesidad de tomar, inyectarse o fumar nada.Estas sustancias que produce el cerebro, denominadas hormonas endógenas (ya que se producen en la corteza cerebral) bien podrían llamarse "drogas de la felicidad". Algunas de ellas son:La oxitocina, que se produce cuando existe un amor pasional y se relaciona con la vida sexual.La dopamina, que es la droga del amor y la ternura.La finilananina, que genera entusiasmo y amor por la vida.La endorfina, que es un trasmisor de energía y equilibra las emociones, el sentimiento de plenitud y el de depresión.La epinefrina, que es un estímulo para el desafío de la realización de metas.Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia emocional e interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma.

¿Cuándo y cómo se crean estas drogas internas? 
Se han realizado descubrimientos como estos:Cuando una mujer va a dar a luz, se vuelve altamente dopamínica; es decir, genera una cantidad enorme de dopamina (la droga del amor y la ternura).Cuando estamos enamorados, la dopamina aumenta 7000 veces su cantidad, acompañada de la oxitocina, responsable de la pasión sexual y de las fenilananinas, responsables del entusiasmo, bloqueando el aspecto de la lógica y la razón.En los recién casados, se produce gran cantidad de oxitocina, que es responsable del amor pasional. Por eso ellos irradian felicidad, se sienten plenos, alegres y motivados.Como vemos, la felicidad no es algo vago e impreciso, ni una sensación nebulosa: es el efecto de un flujo correcto de sustancias químicas que proporcionan al ser humano su equilibrio físico y psíquico. Así, la felicidad se puede incrementar por medio de las siguientes actitudes o actividades, todas productoras de estas "drogas" internas:Amar y disfrutar apasionadamente lo que hacemos. Tener relaciones con personas que nos motivan y enriquecen nuestra fuerza vital.Tener una autoestima positiva y un sentido del valor personal. Trabajar y lograr pequeñas o grandes metas. Descansar y dormir profundamente. Manejar adecuadamente el estrés.Hacer ejercicios regularmente: "mente sana en cuerpo sano".Recordar los momentos felices de nuestra vida, ya que en esos momentos la mente no distingue entre lo real y lo imaginario.El secreto está dentro de nosotros. Sentirnos felices es, en parte, una cuestión de actitud hacia la vida: las drogas de la felicidad no se consiguen en el exterior, sino que son creadas mediante una vida llena de amor, entrega, optimismo, ejercicio,satisfacción personal ante el logro de metas y vocación y devoción por lo que se hace....

"Un estudio explica por qué el amor es ciego"
En un reciente trabajo de unos investigadores de la Universidad College de Londres, se dedicaron a captar imágenes de cerebros enamorados.Ya hace tiempo que la ciencia ha descubierto que ante la visión del ser amado se activan determinadas zonas del cerebro, entre ellas el córtex anterior cingulado, que también responde al estímulo de drogas sintéticas produciendo sensaciones de euforia; pero lo sorprendente del nuevo estudio es que además, las áreas encargadas de realizar juicios sociales y, por tanto, de someter al prójimo a valoración, se inactivaban. Ante nuestro amor, nos volvemos "ciegos" o, por lo menos, bajamos la guardia.Pero es que el ser humano, como todos los animales, ha tenido que encontrar los mecanismos evolutivos para perpetuar la especie. Y el enamoramiento está entre estos mecanismos, un proceso bioquímico que se inicia en el cerebro, y que tras la desbordante secreción de neurotransmisores, activa glándulas y respuestas fisiológicas a velocidad de vértigo, con la finalidad de que acabemos reproduciéndonos.Trabajos anteriores han explorado otras líneas de investigación y han aportado interesantes datos sobre las causas y los efectos del amor. Hasta ahora se sabe, por ejemplo, que la feniletilamina (FEA), una anfetamina que segrega el cuerpo humano, es una de las principales sustancias implicadas en el enamoramiento. Este compuesto activa la secreción de dopamina -un neurotransmisor implicado en las sensaciones de deseo y que nos hace repetir lo que nos proporciona placer- y de oxitocina -ésta implicada, entre otras funciones, en el deseo sexual-. Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño. En definitiva, nos sentimos bien con nuestro amor, estamos sumamente eufóricos y excitados, necesitamos a la persona con la que estamos, como si de una droga se tratara, porque nos proporciona placer, y nuestra capacidad para juzgarla se reduce hasta la nada.

Cuando termina la pasion...
Pero la síntesis de FEA no puede prolongarse durante mucho tiempo, entre otras cosas porque moriríamos de extenuación, y tras dos o tres años sus efectos desaparecen, sin apenas dejar rastro. Es entonces cuando nos enfrentamos a la tremenda realidad y, sobrevienen los defectos que otrora no vimos. Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos. Los motivos que explican por qué nos enamoramos de una persona y no de otra no están bien establecidos, aunque deberemos confiar en que las leyes psicológicas que rigen la elección tengan también una buena base evolutiva y, si no es mucho pedir, que sean sensatas ante las posibilidades de ser correspondidos. Otra cosa es ya, si entre tanta precisión biológica, queda lugar para el romanticismo. Pero no os preocupeis, pronto descubrireis que el romanticismo seguirá existiendo en toda su plenitud, solo que ahora tendremos una explicacion cientifica a ciertas reacciones fisicas y emocionales, solo eso, pero creo que el amor va a continuar siendo ciego de momento. La oxitocina, conocida como hormona del cariño, genera lazos afectivos: Montemayor

Un solo abrazo desencadena las sustancias que mitigan el estrés
http://www.jornada.unam.mx/2011/02/14/index.php?section=sociedad&article=041n1socAcariciar a una mascota logra disminuir la tensión arterial, la ansiedad e incluso la depresiónPara los humanos, el contacto físico es una necesidad, una fuente de bienestar que los hace sentir protegidos, amados y reconocidos por el otro. Tan sólo un abrazo desencadena sustancias químicas que ayudan a reducir el estrés y a entablar lazos emocionales. La piel posee receptores sensitivos que envían señales a la corteza cerebral. Este mecanismo permite percibir frío, calor, caricias, cosquillas, pellizcos y si una superficie es suave o áspera. Georgina Montemayor, académica del departamento de anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que al recibir un abrazo, un apretón de manos o una caricia, el cerebro libera oxitocina, también conocida como hormona del cariño, la cual permite el apego y que los seres humanos se busquen los unos a los otros. Cada zona del cuerpo está representada en la corteza cerebral: párpados, orejas, pies, órganos sexuales, piernas, nuca. Por eso donde nos toquen vamos a sentir, aunque hay partes, como manos y labios, que ocupan mayor espacio en la corteza cerebral, por tanto, son más sensibles al estímulo. Con ayuda de la resonancia magnética (que permite hacer imágenes del funcionamiento del cerebro), los científicos han observado que al recibir un abrazo, un apretón de manos o una caricia se libera oxitocina. Esa sensación de bienestar con un amigo, los padres o la pareja se logra gracias a la oxitocina y a la vasopresina, que se parecen mucho.

La segunda aparece más en hombres y la oxitocina la produce más el sexo femenino. Eso explica por qué las mujeres pasan gran parte del tiempo con amigas y por qué les gusta, entre otras cosas, ser abrazadas constantemente y reafirmar su confianza mutua. Para que un abrazo produzca oxitocina suficiente para una mujer debe durar cuando menos un minuto, y tiene que ser tranquilo, no como los que dan muchos hombres, con palmadas o golpecillos en la espalda. Las mujeres no abrazan así, incluso hasta nos mecemos al abrazar; a los varones esa cercanía los pone nerviosos. Estudios científicos internacionales han demostrado lo relevante que es para los mamíferos el contacto físico. Monos bebés fueron separados de sus madres y colocados en jaulas con dos sustitutas artificiales: una figura de alambre que les proveía leche y otra de felpa que no los alimentaba. La sorpresa de los investigadores fue grande al descubrir que las crías se acercaban con mayor frecuencia a esta última. El contacto con la felpa satisfacía su necesidad de consuelo. La especialista de la FM destaca que el ser humano no puede desconocer la principal herencia de los mamíferos: vivir en grupo. Para eso necesitamos lazos, que se logran gracias a la oxitocina. Durante la Segunda Guerra Mundial se crearon albergues para los pequeños, sobre todo recién nacidos, que habían perdido a sus padres. Las enfermeras los bañaban, vestían y alimentaban; sin embargo, muchos bebés morían pronto por la falta de contacto físico estrecho. Los niños necesitan abrazos, caricias, entre otras expresiones del amor materno para sobrevivir.

Otros estudios muestran que gran parte de la depresión de los ancianos se debe a la ausencia de contacto físico con otras personas y no a la falta de sexo. La oxitocina genera una sensación de bienestar y calidez. El cerebro del recién nacido establece el contacto visual con la madre por la oxitocina. Ésta tiene funciones fuera del cerebro: en las mujeres aparece en el momento previo al parto, es necesaria para contraer el útero y expulsar al producto; cuando nace el niño hay altos niveles de oxitocina en cuerpo y cerebro. Esto genera apego, pero también pérdida de la memoria; quizás por eso las mujeres se vuelven a embarazar y no recuerdan cuán doloroso fue el parto. Pero esta sustancia no sólo aparece durante el contacto físico con el ser amado, amigo o familia, sino también se produce en la interacción con mascotas. “Si durante una semana todos los días al llegar a casa acaricias la panza del perrito, te verá a los ojos en busca de apego. Y a ti, sólo por acariciarlo, se te baja la tensión arterial y la ansiedad, y si estás deprimido, disminuye un poco la depresión.. Sin embargo, esa sensación no se presenta cuando existe contacto con persona que acabamos de conocer, pues es necesario que se generen vínculos afectivos, concluye la investigadora.

Fuente: http://www.psikologia.com/bioquimica.htm

5 inesperadas formas en que la oxitocina afecta tus comportamientos sociales

La oxitocina es una hormona clave en nuestro comportamiento social; aquí 5 situaciones que explican, así sea parcialmente, la manera en que nos conducimos ante los otros.


La oxitocina es una hormona que nuestro cuerpo produce naturalmente y cuya reacción química está asociada sobre todo con actos sexuales y de maternidad o paternidad, aunque al parecer su presencia en asuntos amorosos es un tanto más amplia y detallada, incluso en conductas tan elementales como el contacto corporal.Así, ésta que también se conoce como la “hormona del amor”, es una sustancia indispensable en nuestras interacciones cotidianas. Como en otros casos, aquí la indisociable relación entre individuo y comunidad se expresa por medio de una serie de efectos químicos visibles a través de nuestras acciones. Conductas como la fidelidad, el apego o la manera en que recibimos un triunfo o un fracaso son, sí, resultado de nuestra educación y nuestro desarrollo en determinado medio, pero también, en algún punto, respuesta a las reacciones que suceden en el interior de nuestro cuerpo.
A continuación, vía Alternet, compartimos 5 situaciones en que la oxitocina es un elemento clave de la interacción social.
1. Lealtad
La relación entre un hombre y una mujer puede ser, por momentos, bastante primitiva. Al menos así lo mostró un experimento que investigadores alemanes realizaron en 2012, en el cual 57 hombres, solteros y con algún tipo de compromiso con una mujer, recibieron una rociada de oxitocina o de un placebo por debajo de su nariz; acto seguido fueron enviados a entrevistarse con una mujer joven y atractiva, quien les haría preguntas más bien triviales. El verdadero objetivo era observar qué tan cerca se colocaban los hombres de la mujer mientras hablaban.
De acuerdo con el estudio, los hombres en una relación y con oxitocina en su nariz, se mantuvieron cautamente alejados de la chica que tenían enfrente. Los hombres también comprometidos con el placebo se acercaban un poco más y, finalmente, los solteros parecían estar de lleno sobre la mujer.

2. Malos ganadores, peores perdedores
El gusto por la competencia y la rivalidad, no pocas veces desenfrenado en ciertas personas, así como la manera en que aceptamos una victoria o una derrota, están relacionados con los niveles de oxitocina de nuestro organismo. Varias investigaciones han encontrado que durante un juego como el poker, la glándula pituitaria posterior secreta oxitocina conforme la partida se desarrolla, con lo que afecta las reacciones de bienestar y de malestar según se gane o se pierda.
En particular una investigación de la Northwestern University juntó 3 grupos de ratones en una misma jaula, el primero con más receptores de oxitocina de lo normal, el segundo sin receptores y el tercero en condiciones normales. En una primera fase, el grupo con más receptores sometió al resto hasta que fueron separados de nuevo. Seis horas después los volvieron a reunir y, para sorpresa de los científicos, los ratones que carecían de receptores de oxitocina no recordaban que habían sido dañados por sus compañeros de jaula.
Una de las conclusiones fue que la oxitocina y su reacción en el septum lateral se relacionan también con nuestra memoria social y los recuerdos de las personas o las situaciones en las que nos lastimaron de alguna manera o, por el contrario, de aquellas en las que recibimos algún tipo de cuidado.
De ahí que, por ejemplo, mientras ganemos, sintamos que todos a nuestro alrededor son amigos, pero si perdemos, sospechemos de nuestros rivales y secretamente creamos que están haciendo trampa.

3. Cooperación
Si la cooperación es uno de los comportamientos que distinguen a la naturaleza humana y también la de otros animales, ella se debe a la oxitocina. Aunque, paradójicamente, por un efecto más bien egoísta. Un estudio realizado en marzo de este año con chimpancés encontró que el acto de rascar la espalda de otros monos en busca de insectos genera en quien lo realiza una descarga de oxitocina que, a su vez, se traduce en una descarga de tranquilidad, relajamiento e incluso placer. Así, las muestras de compañerismo reportan también una ganancia individual.
Sin embargo, la investigadora Mirre Stallen descubrió también que este efecto podría presentarse únicamente entre grupos que ya se relacionan entre sí. En el caso de personas que no se conocen y de pronto tienen que realizar una labor compartida, la oxitocina provoca que la persona prefiera realizarla a solas, y recele de elegir un líder que dirija el trabajo.

4. Preferencia del grupo al que se pertenece
En 2011, el investigador holandés Carsten De Dreu realizó un experimento en el que dosificó oxitocina a dos grupos de voluntarios para después preguntarles su opinión sobre asuntos nacionales como la prostitución, las políticas públicas sobre el uso de drogas e incluso los tulipanes que tanto caracterizan a los Países Bajos. El resultado fue que el grupo bajo los efectos de la oxitocina tendía a considerarlo todo bien y aun por encima del resto del mundo.
Esta reacción, sin embargo, fue acotada por un estudio del economista Paul Zak, de la Claremont Graduate University, quien reunió a algunos estudiantes enrolados también en grupos de cadetes y baile. Los voluntarios realizaban algunas marchas y danzas al tiempo que el equipo de Zak les extraía un poco de sangre, para después participar en juegos en los que podían ganar en promedio 65 dólares cada uno, que podían donar a distintos grupos de caridad. El objetivo era, por un lado, con la actividad física, aumentar los niveles de oxitocina en su cuerpo y, por otro, con el drenado de sangre, volver impredecible a qué caridad darían su dinero, lo cual finalmente se cumplió, pues de los 400 participantes no pudo extraerse un patrón que estuviera relacionado con el sentimiento de pertenencia al grupo del que provenían o la generosidad y el desapego. Si acaso, el estudio mostró una tendencia a relacionar marginalidad y sectarismo: mientras más marginado se sentía un grupo dentro del campus, más se cerraba sobre sí mismo, e incluso podía mostrar ciertas actitudes agresivas hacia otros.

5. La oxitocina nos hace confiar en otros, pero no nos ciega
El complejo sistema químico involucrado en nuestro comportamiento nos explica, pero es solo una de las piezas de nuestra conducta cotidiana. En el caso de la oxitocina, ésta nos vuelve más liberales con los demás, nos hace confiar en los otros, aunque tampoco hasta el exceso. El placer de sentirse parte de un grupo puede terminar si la conciencia advierte que se vulneran principios en los que creemos (éticos, empáticos, entre otros).
“Tenemos que estar en el entorno adecuado para ser virtuosos”, concluye Paul Zak.

Fuente: http://pijamasurf.com/2013/11/5-inesperadas-formas-en-que-la-oxitocina-afecta-tus-comportamientos-sociales/


La importancia de la oxitocina (en el deporte como en el amor)

¿Será la “hormona del amor“ el nuevo doping legal del futuro de los deportes? Investigaciones muestran que la oxitocina puede mejorar el desempeño de un deportista


A primera vista quizás no resulte evidente la importancia que tiene la oxitocina en cualquier tipo de competencia o desempeño físico. ¿Qué tiene que ver un grupo de hombres dando patadas para intentar llevar una pelota a una red con una madre amamantando dulcemente a su hijo?… Más evidente es la importancia de la testosterona en una competencia –hormona que no solo aumenta la confianza y agresividad, aumenta la velocidad de reacción. Pero al parecer la oxitocina, conocida como la hormona del amor (hormona de la socialización, quizás sería un mejor término), también juega un papel importante en el desempeño de los atletas, especialmente cuando se encuentran en el marco de un equipo.
La oxitocina promueve las relaciones intersociales, hace que las personas se gusten: las madres que acaban de tener un hijo están llenas de la hormona –o las parejas recientemente formadas–; la oxitocina sirve para vincular y consolidar una relación. Hasta hace poco no se pensaba que esta neuropéptido jugara también un papel de los deportes de competencia. Pero tiene una clara lógica. Como dice Gert Jan Pepping, autor de un nuevu estudio científico sobre la oxitocina y la competencia, “Ser parte de un equipo involucra emociones, como cuando un equipo anota, y esas emociones están asociadas con químicos  cerebrales”.
Para el estudio en cuestión se revisaron múltiples partidos definidos vía tandas de penalties en diferentes torneos internacionales de futbol. Los investigadores hallaron que cuando los tiradores celebraron sus goles con gestos como levantar los brazos, el tirador siguiente tuvo mayor efectividad en su disparo que cuando no hubo un gesto conspicuo en la celebración. Esto, explica Pepping, podría tener que ver con una “transferencia emocional”: la exitación de una persona genera una serie de reacciones bioquímicas entre la gente que lo rodea (¿quizás a través de las neuronas espejo?). Un tirador con una descarga de oxitocina en el cerebro debería de tirar mejor un penalty.
Aunque es difícil de cuantificar esto, en el 2008 un estudio descubrió que corredores de larga distancia tenían mayores niveles de oxitocina después de completar un maratón que antes. Y, como reporta el New York Times, un estudio reciente muestra que roedores de la pradera que se ejercitaron por seis semanas aumentaron su producción de oxitocina y rápidamente se aparearon con hembras disponibles, mientras que los machos que no hicieron ejercicio no mostraron interés en una pareja.
Otro de los aspectos por los cuales la oxitocina podría mejorar el desempeño de un deportista, es que, como en cualquier otro aspecto de interacción con otras personas, en los deportes es importante poder leer el lenguaje corporal de compañeros y oponentes para poder reaccionar anticipadamente o tomar alguna decisión. La oxitocina facilita la capacidad de leer las emociones de los demás, a la vez que aumenta la sensación de pertenencia dentro de un grupo y el rechazo para aquellos que amenazan ese grupo.
En los últimos años hemos visto la proliferación de la celebración como parte importante de los espectáculo deportivos. Esto más allá de la atención televisiva que se le da a estos festejos, podría tener que ver con que aumentan los niveles de oxitocina de un equipo. Algo que incluso podría aprovecharse sistemáticamente para mejorar el desempeño de un conjunto. El contacto físico –abrazos, besos, caricias– también aumenta los niveles de oxitocina, por lo que, aunque quizás no sea bien visto por algunos fanáticos homofóbicos, un equipo que constantemente esté tocándose podría tener una ventaja competitiva. A fin de cuentas es la química de un equipo lo que los lleva a ganar.

http://pijamasurf.com/2012/11/la-importancia-de-la-oxitocina-en-el-deporte-como-en-el-amor/


miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Es usted un Ninja de datos?

¿Tienes lo que se necesita para ser un ninja de datos? 


No es fácil tarea - nuevas fuentes de datos tienen que ser preparadas, modeladas, y mezcladas para el análisis, y es necesario encontrar una manera de hacer todo integrado en sus bases de datos existentes, aplicaciones, y los procesos de negocio.

Cuatro pasos para dominar el arte de la integración: 

 

Paso 1 - Visualice el viaje.


Usted no puede empezar hasta que sepa a dónde va. Comience con los casos de uso de integración de datos básicos: las arquitecturas de referencia que trazar cómo puede usar plataformas de integración de datos para resolver sus retos empresariales.


Paso 2 - Elija tus armas.


El éxito depende de la elección de las herramientas adecuadas. Esto significa que abarca no sólo las herramientas tradicionales, sino también las tecnologías modernas que hacen de la integración de datos simple, elegante, y tan fácil como arrastrar y soltar. Existen herramientas que lo hacen así de simple.

Paso 3 - Domine los datos.


Dobla los datos a su voluntad. Aprenda sobre las tecnologías emergentes que pueden ayudar a diseñar los datos en la forma exacta que necesita su negocio - de maceración de análisis de medios sociales con los datos del cliente, a la refinación de diversos datos a escala masiva.

Paso 4 - Aprender de los maestros.


Un ninja sabio aprende de aquellos que han ido antes. Por suerte, sus historias se documentan para que pueda ver cómo otros están teniendo éxito con todo, desde decisiones de arquitectura de alto nivel para las transformaciones de datos meollo de la cuestión y sin fisuras análisis en tiempo real.

Basado en: http://www.pentaho.com/data-integration-ninja